Hondureño Roger Talavera, ex-vocalista de los Gatos Bravos, sigue haciendo música en California, EEUU

Los que crecimos en los 80s y 90s recordarán esos éxitos hondureños de las navidades del ayer que hicieron internacionales orquestas como «la Gran Banda», «los Profesionales» o «los Gatos Bravos». Melodías que aún suenan en la radio incluso en plataformas como Youtube o Spotify; son agrupaciones que abrieron el camino hacia el extranjero y han deleitado a cientos de catrachos alrededor del mundo.

Pero, ¿qué ha sido de la vida de sus cantantes? hoy les presentamos en exclusiva la primera de muchas entrevistas; Ruta5 entrevistó a Roger Talavera, mejor conocido como «el Huracán Tato» quien nos concedió una hora de su tiempo para relatarnos qué hace actualmente y la nostalgia del ayer en la patria que lo vio nacer. Lea a continuación nuestra plática:

R5: ¿De dónde es originario Roger?

Nací en El Progreso, Yoro.

R5: ¿Hace cuánto se fue de Honduras y dónde está radicando actualmente?

Yo me vine de Honduras en 1998, en el año del Huracán Mitch. Tocaba con los Gatos Bravos de San Pedro Sula, y me vine para Estados Unidos porque la gente cómo iba a bailar con un país de luto, que lo había dejado destruído el Mitch. Emigré hacia San Francisco, California; tenía visa por medio de la orquesta para viajar a Estados Unidos y aproveché irme porque el país no se iba a recuperar tan fácil de ésta catástrofe. Voy a cumplir 16 años de estar viviendo en este país.

R5: ¿Qué recuerdos vienen a su mente de esas grandes agrupaciones hondureñas de las que usted fue parte?

Tengo un recuerdo grande de muchos compañeros, muchas giras; recuerdo cuando iba a los pueblos a tocar, que cada uno tenía una cultura diferente, su tipo de comida que era diferente, y recuerdo especialmente a la gente que me quería bastante.

R5: ¿Qué canción era de sus favoritas?

Yo grabé muchas….pero una de las que me pegó a mí fue «la negra» con la Gran Banda de Maco Pinto; luego con los Profesionales que grabé el tema «Natalío» que pegó muchísimo; con los Gatos Bravos, que también pegó bastante «muévelo» y «el gatito» como un homenaje a los Gatos Bravos.

R5: ¿Cómo descubrió su amor por la música hondureña, desde cuándo comenzó a cantar?

Desde que yo tenía como 6 años escuchaba cualquier instrumento musical y el cuerpo se me engrifaba, cantaba cualquier banda en El Progreso y ahí estaba yo viendo. Lo mio de la música es nato, viene del cielo porque para ser músico yo creo que hay que tener una estrella que viene de arriba; son pocos los que señala Dios con estos dones.

R5: ¿Viene de una familia de músicos?

Mi papá, Victoriano Talavera Barahona [originario de Danlí, El Paraíso], cuando era jovencito si tocaba; era músico de cuerda…tocaba guitarra, marimba, acordeón y cantaba muy bien. Pero no quería que yo fuera músico, procuraba que yo mejor estudiara y fuera alguien en la vida, pero yo sabía que la música para mí era todo, era mi medicina, mi aliciente. Comencé y mi papá me dijo: yo creo que me voy a resentir contigo, pero a mi me gustaba esto. Estudié también pero preferí mejor las orquestas.

R5: ¿Cuál fue la primer orquesta hondureña que le abrió las puertas?

Cuando comencé la primer orquesta fue «los Bravos del Merengue» de Santa Rita Yoro. El dueño de esa agrupación era Jorge Saravia, de la Enramada de Santa Rita, el Trébol y otros restaurantes más. Yo entré como cantante líder de un sólo, tuve esa suerte, me gané el respeto de todos mis compañeros.

R5: ¿Después de los Bravos del Merengue, en que otras bandas cantó?

En «la Súper Banda Impacto» de San Pedro Sula (años 90’s). De ahí pasé a «la Gran Banda» del finado Maco Pinto, éste fue uno de los primeros grupos con los que comencé a viajar al exterior; fuimos a casi toda la Unión Americana…los hondureños nos recibían con alegría, tocábamos en festivales como el de la Calle 8 en Miami, en el Desfile Dominicano de Nueva York, y la gente se volvía loca porque en aquellos tiempos eran pocos los grupos que viajaban, eran escogidos. Estuvimos varias veces en el programa de don Francisco «Sábado Gigante», en el de Cristiana Saralegui, en un programa de Nueva York que se llamaba «la hora lunática», en el canal 41 de Univisión Nueva York y Miami.

Luego durante seis años y medio formé parte también de una de las instituciones más grandes en orquestas del país, que se llaman «los Profesionales de Honduras», de las orquestas de mis amores porque aquí cantaba salsa. Yo quería estar en esta banda porque escuchaba que tenían un toque diferente, ellos tenían un talento artístico exageradísimo, incomparable. El que llegaba a esta banda era como el jugador que llega a formar parte del Olimpia….hice muchas amistades; conocí tantas personas, viajé tantas veces….Después decido salirme de los Profesionales porque ya quería hacer un cambio y en uno de esos viajes me quedo en Nueva York….me habló una orquesta merenguera de allá que se llama «Azúcar Latina» y formé parte de esta agrupación, con amigos que hice que eran de distintos países (Venezuela, Colombia, República Dominicana, Guatemala) yo era la voz líder, el único hondureño ahí.

R5:  Después de «Azúcar Latina» ¿qué otras cosas vendrían hasta llegar donde está ahora?

En «Azúcar Latina» estuve tres años y medio; pero me molestaba mucho el hielo de Nueva York. Nunca Tato se pudo adaptar al clima de la gran manzana. Cuando llegaba la navidad para mí era triste porque me enfermaba de los bronquios. Estaba bien con la orquesta, tremenda agrupación, con un elenco artístico excelente, hice muchas amistades más. Fue así que decido en el siguiente verano tomar vacaciones por un mes para Honduras, cuando llego vuelve a contactarme el finado Maco Pinto; me dice que su cantante líder, Suamy Cerrato (un compositor hondureño buenísimo), se ha ido de la agrupación y que por favor lo cubra. Pero decidí irme a la agrupación «la Selección» donde compartí con jóvenes con un futuro muy grande; estuve con ellos una temporada y ya no me fui a Nueva York.

Posteriormente me habla el maestro Alfonso «Foncho» Flores de «los Gatos Bravos» que necesitaba un cantante como yo, para que fuera parte de su agrupación. Hablamos de precio y de nuevo me voy de «la Selección» a los Gatos Bravos. Fue una experiencia diferente.

R5: ¿Qué temas grabó con «los Gatos Bravos»?

Yo grabé el último CD de ellos; hice un popurrí en homenaje a ese gran artista colombiano que en paz descanse, Aniceto Molina; grabé este tema «el gatito» y muchos más.

R5:  ¿Qué opinión tiene de las nuevas agrupaciones hondureñas?

La música va cambiando, los géneros y las nuevas generaciones traen nuevas ideas igual que nosotros antes. Ahora está el regeaton, la bachata, y hay música electrónica, hip hop….hay un refrán que dice que «cada mono en su rama». Admiro bastante lo que hacen los muchachos jóvenes, pero no a los que hacen música con un contenido vulgar.

R5: ¿Cuál sería la anécdota que más recuerde en este momento? 

Yo cuento ésta anecdota siempre: nunca había ido a tocar a Nueva York, sólo a Boston, San Francisco, Los Ángeles, a todos los estados menos a Nueva York. Viajé con «los Profesionales» a la ciudad de los rascacielos….y siempre los compañeros iban molestando en el avión…cuando llegué me preguntaron «¿Tato tu conoces el aeropuerto John F. Kennedy»? -que es uno de los más grandes en EEUU- oh si yo lo conozco les digo, y era mentira no conocía. Y en eso cuando voy al baño y salgo todos los músicos se habían ido, me dejaron botado (risas); eran casi las 6 de la tarde, nosotros íbamos a tocar a las 9 de la noche imagínese…..me dije: aquí me voy a quedar sentado porque por fuerza tienen que regresar todos por mí, pero si venían iba a quedar en ridículo como mentiroso que al final no conocía….si no fuera por una aeromoza no habría llegado a tiempo para reunirme de nuevo con ellos al área de equipaje. No hablaba inglés en un aeropuerto que no conocía…es una de mis grandes anécdotas.

R5: ¿Tienen contemplado algún reencuentro musical a futuro?

Platicando un día con Roberto Salamanca -uno de los grandes pianistas de El Salvador, que ama mucho Honduras un país que le abrió las puertas musicalmente- contemplamos la idea que nos gustaría hacer un concierto en Honduras como un homenaje para todos los artistas que en aquel tiempo fueron famosos; muchos nos fuimos de Honduras a raíz del huracán Mitch no porque quisimos, la mayoría estamos viviendo en el extranjero. Ese sería uno de los sueños más grandes, reunirnos con artistas de hace más de 25 años….yo creo que nos moriríamos felices.

R5: En la actualidad, ¿sigue dedicándose a la música Roger o a qué otras actividades?

Junto a otro compañero que es de Veracruz, México, hicimos aquí en San Francisco, California «Saoko Agrupación», está sonando bien de viernes a domingo. Es una orquesta de pura salsa, aunque tocamos también merengue y cumbia en el Downtown, Sacramento, Los Ángeles, en Las Vegas, en varios sitios; y de lunes a jueves trabajo de once a doce horas como «driver» para una dryclean.

R5: ¿Va a finalizar el año cantando? 

No, nosotros en Navidad no cantamos. Lo que es la Navidad y Semana Santa lo dejamos para nosotros, para descansar. Respetamos estas fechas, y la Navidad la pasamos con la familia.

Al final de nuestra entrevista Roger «el Huracán Tato» dedicó su mensaje a sus dos hijas radicadas en Honduras: Karen y Alison. Pero también a: «toda la comunidad hondureña en el extranjero, y a toda Honduras de punta a punta…a toda esa gente que bailó conmigo, que compró nuestra música, les mando un saludo enorme. El sueño más grande es volver a grabar y mandarles un material para que toda la gente lo disfrute en sus navidades. Un saludo enorme para toda la gente que me apoyó siempre, en todo el transcurso de mi carrera musical, que Dios los bendiga. Y especialmente con mucho amor a la tierra que me vio crecer, que vio pasar mi infancia, donde hice mis amigos en la escuela, Campo Mapa, el campo de mis amores».