El hondureño es un buen anfitrión en casa, y cuando se trata de «armar algo» parte de los recorridos son por aquellos puestos de comida que reflejan nuestra cultura y tradición.
Aquí no hay diferencia de clases sociales, todos somos iguales y la oferta gastronómica puede tentar a más de algún turista con estómago ‘fuerte’. Si es la primera vez que viajas a Honduras, a continuación algunas recomendaciones de comida callejera que no debes dejar de probar.
La baleadas: ocupan el primer lugar por ser el favorito de ricos y pobres en cualquier lugar de Honduras. Las hay sencillas y con todo (incluye carne).
Los pastelitos: de papa o de carne, se acompañan con encurtido, repollo, salsa, chimole; y por lo general los sirven en pequeñas bandejas o en bolsa, en ordenes de dos, tres, o hasta 10 (como en ‘los Toneles’ de Tegucigalpa).
La yuca frita o los chorizos: son pequeñas ventas que encuentras por lo general en ferias, fiestas patronales o en los mercados. Cada vendedor le pone su toque culinario.
Las macheteadas: son tortillas de harina refritas, que por lo general se acompañan de mantequilla, queso, o miel. Se acostumbra a comerlas en el desayuno o por la cena.
El elote loco: en carretera hacia el norte, sur, este u oriente del país, paradas obligatorias son las ventas de elote. Aquí para gustos los colores, pues te venden desde el clásico elote asado con sal, hasta uno con mantequilla, queso, y el toque de limón.
No puede faltar visitar el puesto de pupusas y por supuesto comprar un «fresco en bolsa» como acompañante; los más exquisitos los venden en los mercados hondureños. Grandes tinajas de horchata, maracuyá, marañón, mango, nance o naranja (según la temporada). Qué otros agregarías a ésta lista? / R5